martes, 22 de julio de 2008
fuipez*
Miro de costado al raz del piso las cantidades industriales de mugre que he venido acumulando últimamente en esta casita del la costa. Antes por lo menos sentía el frío del piso en la mejilla, pero llega un momento en que todo transpira y te sofoca el calor. Alguien me levanta como a un pescado y de pie los pulmones se te llenan con viento. Se escurre el agua, y se va por la regilla. Igual que toda la mugre. Ahora el descanso. Estaba agotada de coleccionar basura y mirarla al raz. Dicen que los pescados traen mala suerte. Mala suerte es que a uno se lo olvide, y pase. Como el agua.
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