porloquemecomentóelviejo*

Hoy me comentó el viejito tano de acá a la vuelta que este mundo va en dirección forzosa hacia el carajo. No creo. Pero es verdad que ya ni te lo preguntan y con descaro en vez de vuelto te llenan el bolsillo con caramelos, se confunde el hacer obvio con el obviar (que no es como hacer tostadas y tostar), los sabios te escupen la ciclotimia y en Barcelona ya nadie quiere hablar catalán, no queda música para poder proyectar (hasta que el indio sale con alguna verdad indiscutible y dolorosa que te pone la piel como mil millones de gallinas), mi negrito no tiene flow (el tuyo tampoco). Y pensé: Quiero cosas que me encanten. Escuchar a un grupo de abuelas amigas llamarse entre si “las chicas” y vaciar muchas botellas de plástico con vacíos y golpes blop! blop!, ver una despedida holywoodense y tonta que haga llorar a mi hermosísima hermana de la emoción, y yo caminar por la rambla vanagloriada y cómoda con abundantes vueltos en céntimos de euros que me pesen en los bolsillos.