La eligió.
Por ser una mujer exitosa y ponderada,
de carácter un tanto altivo y temperamento
siempre igual.
Ilustrada y señorial,
pero rechonchita por detrás.
De la misma forma se mostró proclive
a los encuentros clandestinos
con una larga sucesión de mujercitas risueñas,
hermosas y entregadas
que la vida y, más que nada, su ocupación
(por principio y ley)
merecidamente le regaló.
jueves, 3 de septiembre de 2009
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