viernes, 12 de septiembre de 2008

jecito sureño*

Los más amigables personajes.
Desde la enorme Astrid
en su minúscula y hospitalaria cabañita,
hasta Pablito,
el hombre peregrino y raro.
Bien raro.
Pero hermoso, hermoso, tan hermoso
como un viajecito sentados los tres
(mi amiga, mi amigo y yo)
de frente como pantalla al charquito .
Insólito, insólito, tan insólito
como un jueguito de Disney

escalando el faldeo
conducido por un tachero
sureño y risueño.
Me quedo con la historia suiza
de Jorge y Gisela
y con todo el bardo de La Cantina,
con la rondita alegre atrás del árbol
en compañía de verde reggae
y mi amigo Coria.
Llenate los tarritos
con agua y azúcar.
Servite un pisquito,
y contentate con los colibríes.

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